..... y allí pasamos toda la noche, hasta que a las 7 de mañana empezó la operación "mescondo".

El director de la agencia nos decía que la poli quería mandar a la maestra a El Cairo, y estaba empeñado en que yo me fuera al barco a darme una ducha (pa no pagarme el vuelo), porque yo le dije que no me movía de su lado ni toda la escuadrilla de bomberos de Egipto.... hasta que el tipo, se piró y allí nos dejó, más tirás que el emboltorio un chupachus.

El cónsul, nos decía que estaban en ello, complicado, pero que había alguna posibilidad. El problema era que cada hora salía un vuelo a El Cairo, entonces la maestra, como el que no quiere la cosa, se iba al baño y no salia de allí hasta que pasaba la hora y allí me quedaba yo, con las maletas, en los sofás verdes jejejej... de repente se acercaba un poli y yo le ponía cara pocker...

Así estuvimos hasta la 1 del mediodía, ya hasta el gorro, cuando decidimos que nos íbamos a El Cairo pasando de todo, volver a Madrid y olvidarnos del incidente (por llamarlo de alguna manera), nos guiaron a las oficinas de la poli, allí entró la maestra mientras yo me quedaba fuera esperando, el capitán le dijo que se arreglaba la cuestión, la pusieron dos polis en la chepa y nos devolvieron a los sofás verdes.... Aquello empezaba a ser insoportable o desesperante o yo que sé como calificarlo.

Cuando ya teníamos vuelo de vuelta a Madrid, a eso de las 4 de la tarde, el poli que habia estado todo el día persiguiendo a la maestra, sonriendonos, levantando la mano, el teléfono sonando, el cónsul que la sellaban el "puto" pasaporte, después de que nos registraran las maletas, con la gente que estaba allí aplaudiéndonos, salimos del aeropuerto de Luxor y empezaba nuestra aventura egipica....