Después de una larga temporadita sin escribir nada, imagino que no encontraba las palabras o tal vez, con mi maravillosa alergia, andaba escasa de palabras, hoy retomo (aunque sin mucha gana) de nuevo la escritura.

Han pasado muchas cosas en este tiempo, desde cumplir años, hasta empezar raramente de nuevo la temporada. No me quejo lo más mínimo, lo importante en el camino es siempre el tramo que recorres y yo, me guste o no, siempre disfruto con todo. De lo bueno porque es bueno y sencillo de aceptar y de lo malo, porque aunque no lo vea (sigo cual acémila por la vida), sé que al final será positivo en mi vida.

Dicho esto y previo aviso al que corresponda, no voy a omitir la maravillosa noche que pasamos de cenita, karaoke y bailoteo con gente excepcional, difícil de encontrar entre los mortales y de los que me siento plenamente orgullosa, sólo porque forman parte de mi vida. Eso de llegar a casa cuando ya es de día, es sólo el resultado de una noche inolvidable. Gracias por compartir conmigo esa noche y por cantaros "El Minero", copla increíble, unida de por vida a mis pocos devaneos con el alcohol (maestra chitón).

Por lo demás la vida sigue... mucho trabajo, todo muy complicado, pero como siempre con ganas de luchar y seguir, o por lo menos de intentarlo, aunque he de reconocer que este año va a costar mucho, para muestra y cotilleo comentar que el conciertazo de Amaya Montero en Gijón no ha vendido 100 entradas... vaya tela.

En fin, espero que la próxima no tarde tanto, la verdad es que no ando nada fina con esto de las letras, pero como es mi reto...... seguiré con ello.