Se perdía en la impaciencia de la sin razón, vagaba por un mundo lleno de sueños mezclado con la melancolía tierna del pasado y sabia que rasgar esos velos le llevarían a la libertad. Sentia como se encajaban esas piezas en el engranaje de la vida y una valentia desconocida se instalaba en su corazón. Esa fuerza extraña le daba la calma suficiente para seguir adelante y marcar las pautas de su camino.
Tenia cada vez mas claro que cuando cambiaba cosas, las cosas cambiaban y era el momento exacto de tomar decisiones. Así es que se puso manos a la obra y escribió en un papel todo por lo que deseaba luchar. Trazarse metas le llevaba a gratas estancias, donde se sentia cómoda. Revisar y revivir los errores cometidos no eran frustraciones, eran más bien, lecciones aprendidas, y aún así, sabía que volvería a caer en ese juego de la vida, pero esta vez con alegria y la esperanzas renovadas.
Mirar al cielo, caminar entre los atascos, escuchar una voz amiga al teléfono, sentir el cariño de la gente que le quiere.... le hace sentir viva, cada vez mas viva y con muchas mas ganas de vivir, de luchar y de hacer las cosas "bien".
En esto suena el despertador y amanece un nuevo día...............