golfista

jueves, abril 27, 2006



TAI-CHI XIN YI

ESTILO


El estilo de Tai-Chi XIN YI del sistema de Wu Shu tradicional, como los estilos más antiguos, tiene un origen misterioso, incierto y perdido en los tiempos, legendario incluso en cuanto a su creación, compartiendo con todos ellos un mismo marco filosófico y una misma esencia en su práctica. El sistema Wu Shu de la escuela Xin Yi de Shaolin Sur, constituye un sistema de artes marciales, con dos ramas principales: el Nei Kung o Kung

Fu interior y el Wai Kung o Kung Fu exterior. Existe también un Kung Fu especial (Da Kung) de carácter secreto y casi inaccesible.El estilo Xin Yi (Corazón-Mente) se caracteriza y distingue de otros estilos, por ser un estilo “más interno” (Nei Kung), no tan enfocado a los aspectos marciales, aunque ese fuera su origen, común a todos los estilos, sino dirigido a conseguir el equilibrio perfecto del cuerpo con la mente, son unos movimientos, armónicos, suaves y circulares, muy fluidos, amplios y dinámicos, coordinados con la respiración. Al carecer de marcialidad en su ejecución no es tan exigente físicamente, por lo que es un estilo absolutamente accesible para cualquier persona”.
“El sistema Xin Yi de Kung Fu interior (Nei Kung) comprende y recopila las enseñanzas de Bodhidharma para desarrollar la parte interior o espiritual del cuerpo a través de la armonía de los movimientos sincronizados con la respiración y utilizando la adecuada circulación de la energía (chi –aliento vital-) para tonificar y purificar el organismo interno”.

martes, abril 25, 2006



La nube ignora porqué se desplaza en una determinada dirección y a una velocidad específica. Siente un impulso........ ese es el rumbo del momento. Pero el cielo conoce las razones y configuraciones, que hay detrás de todas las nubes y tú también las conocerás cuando te eleves a la altura indispensable para ver mas allás de los horizontes.

miércoles, abril 19, 2006

1.- SER, ESTAR Y HACER
Aprender lo que es el ocio silencioso. Saber qué es lo que realmente te agrada. No desear ser héroe. Simplificar las ideas, aproximarte a la luz.
Estar sereno para comprender y aceptar a los demás como son.
Ser totalmente libre. Fuerte para estar atento. Sobrio para ser fuerte.
Incansable en el tranquilo intento de ver. Valiente para aceptar el ineludible dolor de la existencia.
Implacable en destruir el deseo de dejarte engañar.
Existe para ti un trozo de cielo en la tierra: Aqui y ahora.
Anónimo

lunes, abril 17, 2006

Sólo quien ama vuela. Pero, ¿quién ama tanto
que sea como el pájaro más leve y fugitivo?
Hundiendo va este odio reinante todo cuanto
quisiera remontarse directamente vivo.
Amar ... Pero, ¿quién ama? Volar ... Pero, ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que da cierto coraje.
Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.
Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otro como el granizo grave.
Ya sabes que las vidas de los demás son losas
con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya.
Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas.
A través de las rejas, libre la sangre afluya.
Triste instrumento alegre de vestir; apremiante
tubo de apetecer y respirar el fuego.
Espada devorada por el uso constante.
Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.
No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
por estas galerías donde el aire es mi nudo.
Por más que te debatas en ascender, naufragas.
No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.
Los brazos no aletean. Son acaso una cola
que el corazón quisiera lanzar al firmamento.
La sangre se entristece de debatirse sola.
Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.
Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. EL cielo se eleva. El aire mueve.
Miguel Hernández

miércoles, abril 05, 2006

Un buscador occidental partió para la India en busca de un maestro. No halló ninguno que le mereciera confianza. Pero en un pueblecito le dijeron que había un ermitaño en la cima de una montaña y que al parecer era un hombre muy sabio. El occidental emprendió viaje hacia la montaña y comenzó a trepar por una de sus sendas, en busca del ermitaño. De pronto, he aquí que el ermitaño bajaba por la senda y estaba próximo a cruzarse con él. Llevaba un saco a la espalda. En el mismo momento en que ambos hombres se cruzaban, el ermitaño clavó sus profundos ojos en los del buscador occidental. Se hizo un silencio perfecto. El ermitaño, sin dejar de mirar al occidental, dejó el saco en el suelo unos instantes y luego lo recogió y partió sin decir palabra.


Cuento yogui

lunes, abril 03, 2006

TU HUELLA EN MI ALMA
No sé si es casualidad o fué el destino, quien un día te puso en mi camino. La verdad es que yo no creo en las casualidades y tu con esa fuerza que te caracteriza, entraste en mi alma para quedarte indefinidamente.
Es tan grande esa huella, que mientras esté en este cuerpo, no habrá día que tu persona se escape de mi pensamiento, no habrá un sólo día sin que un recuerdo nacido del corazón se acerque a ti.
Has decidido quedarte en mi vida y yo me sinto cómoda, aunque esta obstusa mente mía (por mucho que a ti te encante), a veces me juegue malas pasadas y quiera escapar con la sin razón.
Cuando llegue ese día que mi alma abandone este cuerpo, entonces será ella la encargada de recordarte y saludarte por toda la eternidad.