golfista

martes, diciembre 30, 2008


Después de arropar un año más la eterna distancia que existía entre esa poderosa mente y el arte de amar, esta vez quería tocarte, sentir como te acercabas a las arrugas de la vida, sabiendo sin saber que sí sabías.... o lo que debería decir es que eres la savia que nutre esa mente poderosa y también cerril que vaga por los mundos de la incoherencia queriando aprender.
Quería entrar en la dejadez de la insolencia y gritar con palabras ocultas lo que más desea, hasta que se pierde en los pliegues de la inocencia y llega al final, una vez más sin sentir nada, o sintiendo que no quiere sentir. Roza la contradicción, arraigo que le lleva aveces, sólo en contadas ocasiones a lo más sublime y otras, las que más, a lo más profundo.
Encajando el ayer y sufriendo el hoy, no para, sigue y sigue, acercándose una vez más a la soledad del olvido, a sabiendas de que esa mente olvida poco, por no dedir nada y se desliza por el hilo de la magia que le da alas a las pocas fuerzas que le quedan.
Que bello es caminar por Madrid en Navidad.....
Felices Fiestas
Raquel